Este es el resultado final de un trabajo delicado y personalizado. Acabar un reportaje de bodas con un álbum que podamos ver, palpar, revisar, recordar con todo el cariño con el que se creó se está convirtiendo en algo, cada vez más alejado de nuestras vidas. Cada vez tendemos más a ignorar este recuerdo tan arraigado a nosotros desde éste último siglo. Sin embargo, hay que reconocer que sigue siendo algo único e inigualable dentro de cada casa. Un libro, que con el paso de los años, nos transporta a otra época, a un recuerdo perfecto. Nos identifica y nos construye como persona y como familia. Un legado personal que hace constar al resto del mundo cómo hemos vivido y a quienes hemos elegido para compartir esa vida tan maravillosa.
No debemos dejar escapar esta oportunidad y olvidar cada vez más éstos recuerdos en forma de libros que, en el momento de abrirlos, destapamos sensaciones y emociones. Con éstas imágenes intento demostrar que cada momento que recordamos es un momento que te pone una sonrisa, una lágrima, un sentimiento. Si esto ocurre se puede decir que estaré satisfecho de haber conseguido mi objetivo y siempre os agradeceré haber confiado en mí para este fin.
Álbumes hay miles pero aquí os muestro cuál es mi estilo. Es un acabado simple pero muy personal. Delicado, fino pero que soporta muy bien el paso del tiempo. Tradicional pero así ves moderno y actual. El exterior debe estar en consonancia con su interior. Ese corazón lo ponéis vosotros. Se puede decir que un cascarón bonito e interesante que abre un corazón de sentimientos y emociones.
Está compuesto de tres álbumes y una caja contenedora del álbum principal. Dos réplicas acompañarán al principal para que podáis regalas a ambas familias y compartan para siempre ese recuerdo imperecedero.